Casa del Árbol fue pensado como un espacio agradable, cálido y seguro para que quienes sean parte de este proyecto participen explorando y aprendiendo de manera placentera y respetuosa.
Creemos en que cada niño es un ser individual y único, con tiempos, procesos e intereses particulares. Por eso le damos especial importancia al respeto por el interés autentico que va desarrollando en cada momento de su vida.
Si bien no pertenecemos estrictamente a una corriente pedagógica, simpatizamos con Montessori y Waldorf, y tomamos algunos aspectos de ellas.
El método Montessori se caracteriza por proveer un ambiente preparado: ordenado, estético, simple, real, donde cada elemento tiene su razón de ser en el desarrollo de los niños. El aula Montessori integra edades agrupadas en períodos de 3 años, lo que promueve naturalmente la socialización, el respeto y la solidaridad.
El ambiente preparado ofrece al niño oportunidades para comprometerse en un trabajo interesante, elegido libremente, que propicia prolongados períodos de concentración que no deben ser interrumpidos.
La libertad se desarrolla dentro de límites claros que permite a los niños convivir en la pequeña sociedad de aula.
Los niños trabajan con materiales concretos científicamente diseñados, que brindan las llaves para explorar el mundo y para desarrollar habilidades cognitivas básicas. Los materiales están diseñados para que el niño pueda reconocer el error por sí mismo y hacerse responsable del propio aprendizaje.
El adulto es un observador y un guía, ayuda y estimula al niño en todos sus esfuerzos. Le permite actuar, querer y pensar por sí mismo, ayudándolo a desarrollar confianza y disciplina interior.
La pedagogía Waldorf tambien tiene como finalidad el desarrollo de cada individuo, considerándolo único e irrepetible.
No sólo hace hincapié en los contenidos que cada persona va adquiriendo, sino también en el proceso mediante el cual logra el objetivo. Esto significa que el aprendizaje debe cobrar sentido y ser significante para que sea verdadero.
Considera el respeto por la naturaleza y la adquisición del arte primordial en su modo de enseñar, poniendo al maestro en un rol de co-aprendizaje junto al niño. Tanto el adulto como el niño participan en el proceso de aprendizaje y enseñanza.
Simpatizamos con ambas pedagogías y tomamos herramientas para fusionarlas y potenciar lo mejor de cada niño, con el fin de cooperar en el desarrollo de una persona feliz y respetuosa consigo mismo, los demás y el entorno que lo rodea.